El mundo político y mediático fue sorprendido con la noticia emitida por el diario “El País” sobre la existencia de unos documentos sobre la presunta doble contabilidad del Partido Popular, documentos que posteriormente se entregaron a la fiscalía, siendo éstos sólo meras fotocopias. Junto a esta información se acompañó un informe de un perito calígrafo que determinó que el sr. Bárcenas había realizado de su puño y letra dichos documentos, si bien se hacía la reserva de la duda que sobre ello puede dar lugar, al ser meras fotocopias. Esta información ha dado lugar a que una profesión poco conocida por el público en general se conociera a través de todo tipos de medios y todo tipo de peritos, creando una confusión no solo de profesiones tales como la pericia caligráfica y la grafología sino de terminología. Con este articulo queremos aclarar ciertos términos para el publico en general.

Los medios de comunicación han informado en muchas ocasiones de forma errónea e incluso emitiendo opiniones de perito que lo descalifican como profesionales en la materia. Estas son algunas de las barbaridades publicadas:

- Grafólogos que hablaban de la presión y de elementos de la continuidad como los reenganches, analizando una fotocopia técnicamente imposible de observar en una fotocopia.
-Un “grafo patólogo” que afirma que con una certeza del 99% los papeles son de la mano de Bárcenas porque provienen de la mano de un hombre “entre los 40 y 60 anos, con algo de tensión alta, que padece una hernia de hiato, y con ciertos problemas de atrofia en la próstata”.
- Un estudio matemático revela que el documento podría ser un montaje, pues los números no se ajustan a la “norma matemática, también conocida como la ley del primer dígito”.
- Datar temporalidades con 48 horas de diferencia es imposible. Una datación absoluta de un documento, lo máximo a lo que se puede llegar es a la datación relativa, es decir, a indicar que un escrito pertenece a un margen de entre periodos de tiempos más o menos largos, pero ello es posible tras un trabajo complejo y con una gran cantidad de documentos indubitados que permitan observar la evolución de la grafía del autor para situar el escrito en un espacio de tiempo relativo pero nunca indicar fecha y hora. Esto es una autentica barbaridad que también descalifica al profesional que lo indique.
- El informe pericial parte de la base de un documento que es una carta supuestamente de Bárcenas unida a los autos del caso Gurtel, al que denomina indubitado, pese a estar “subjudice” (pendiente de resolución judicial ), y no ser reconocido por el presunto autor, lo que convierte a este documento en dubitado
(documento no reconocido por su autor y por tanto se considera en dubitado) y no indubitado ( documento del que no se duda su autoría ) . ¿Y como se pueden basar las conclusiones en la comparación de dos documentos dudosos? El cotejo debe realizarse entre documentos indubitados y documento dubitado.
Estas y otras barbaridades más publicadas nos hace pensar y reclamar a las autoridades la necesidad ya solicitada en numerosas ocasiones de una formación reglada de esta profesión, como sí existe ya en otros países, y que si bien históricamente si lo estuvo ya en el Fuero Real de 1255, en el que se hablaba de” escrituras falsas y falsarios”, e incluso se llegó a crear un cuerpo de revisores de las letras creado por el Consejo de Castilla, el 18 de julio de 1729, que se encargaba de revisar documentos sospechoso de falsedad. Posteriormente fue suprimido. Ya lo indicaba el Dr. Edmund Locard, famoso criminólogo francés: “lo grave…. no es la falta de técnica en la peritación de los documentos escritos, sino el sistema de reclutamiento de los peritos y su formación; o mejor dicho, su absoluta falta de formación”.
Así pues, es necesario aclarar desde un punto técnico-científico los siguientes aspectos:

1- Pericia caligráfica no es sinónimo de grafología: son disciplinas diferentes, que si bien parten un misma base, ya que ambas disciplinas parten de un documento manuscrito o firma, persiguen fines diferentes, aplicando metodología y sistemas también diferentes. Mientras, por una parte, la grafología viene a estudiar la personalidad del autor del escrito a través de su escritura, por otra parte , la pericia caligráfica persigue determinar la autenticidad de un documento para determinar si ha sido o no realizado del puño y letra de una persona y, por tanto, determinar su autoría y autenticidad, si una firma o escritura es atribuible o no a una persona, el origen gráfico de la escritura, si el documento se haya alterado de forma química o física o no, etc.

2- El valor de la fotocopia sirve para identificar la autoría pero no la autenticidad.
La posibilidad de realizar el cotejo sobre una fotocopia de documento indubitado se recoge en el art. 334 de la ley de enjuiciamiento civil. Actualmente, la excelente reproducción que ofrecen las fotocopiadoras hace que a veces resulta difícil determinar, sin instrumental, cuáles son las copias y cuáles los originales. Las fotocopias permiten al perito el análisis de elementos tales como la forma y la estructuración de los grafismos, los desplazamientos laterales, las alturas y las proporciones, las inclinaciones absoluta y relativa, la línea básica, el uso de curvas y ángulos, los ligados, el empleo de tildes y acentos, la forma y ubicación de la rubrica, características ortográficas y literarias, o modalidades particulares en la aplicación de signos. Pero no puede observar los elementos de fondo o interno, diferencias sutiles de presionados, los retoques ocultos en el espesor del trazo, empalmes cuidadosamente realizado, restos de lápiz que puede existir cuando se eliminan por un borrado en firma calcado, existencia de repasado de trazo. En suma, todo elemento que sólo puede ser visible con microscopio o con iluminación especial, como ocurre para ver con entrecruzamiento para establecer el orden de prelación de trazo o en caso de borrados mecánico o lavados químicos material, tampoco se puede ver el estado del soporte de papel o los impresos de seguridad como los cheques; por ello, las fotocopias sirven para identificar pero no para autentificar el documento.